Ayuntamiento Apura Plazos para Implementar Zona de Bajas Emisiones
El control de tráfico en el casco antiguo entrará en vigor hasta el 31 de diciembre
La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Cádiz quedará aplazada hasta el límite de fecha fijado por la administración central, el 31 de diciembre próximo, según confirmó a este diario el concejal de Movilidad, José Manuel Verdulla. Esta zona, que restringirá la circulación en puntos concretos de ciudades de más de 50.000 habitantes, afectará en Cádiz al casco antiguo y al tramo ya semipeatonal del Paseo Marítimo, y responde a las normas de la Unión Europea para luchar contra la contaminación y el cambio climático.
Cada municipio tiene la potestad de imponer las limitaciones de circulación que estime oportunas dentro de estas áreas. En el caso de Cádiz, cuando se anunció el plan durante la etapa del anterior gobierno municipal de José María González se plantearon medidas drásticas en el acceso de coches al casco antiguo. No obstante, el diseño que finalmente se pondrá en marcha a finales de año cambia sustancialmente respecto a aquella idea inicial, y con el nuevo gobierno de Bruno García se abre la mano para los gaditanos.
Se mantienen las zonas ya previstas como ZBE, aunque todos los vehículos empadronados en Cádiz podrán circular libremente. Los vehículos empadronados en otras localidades tendrán limitada su circulación en 2026, salvo que cuenten con las etiquetas Cero, ECO y C; y, a partir de 2027, solo podrán hacerlo aquellos con etiquetas Cero y ECO.
Según datos del Ayuntamiento, el 88% de los coches que circulan intramuros no son de la ciudad; con las nuevas limitaciones, la mitad de ellos ya no podrá circular por el casco.
La implementación de la ZBE ha estado marcada por la tardanza y se acerca al último periodo autorizado por el Gobierno. El Ayuntamiento aún no ha terminado el proceso de aprobación de la ordenanza que regirá la medida y las posibles multas. Se han presentado alegaciones, por lo que la normativa deberá volver al pleno para su aprobación definitiva antes de hacerse firme y activar las zonas con restricción de tráfico. Verdulla destaca la decisión del equipo de Gobierno de priorizar al gaditano: “primero el vecino, para que no tenga que hacer nada para seguir circulando por intramuros (solo la ronda de circunvalación permanecerá abierta al tráfico para todo el mundo)”.
“Hoy ya cumplimos los parámetros 2030 en cuanto a calidad ambiental, por lo que no tiene sentido restringir el uso de los coches, especialmente para los vecinos”, subraya el edil.
La flexibilidad de la Administración municipal se extiende también a vehículos ajenos a la ciudad: quienes deban utilizar su coche por trabajo habitual para venir a Cádiz podrán contar con una autorización mensual, entre otras medidas. El Ayuntamiento trabaja, además, en una campaña informativa para explicar a los usuarios de la ciudad y de fuera cómo funcionarán las dos zonas.
Ya están instaladas las 33 cámaras de control de tráfico en ambas áreas, especialmente en el casco antiguo, y se ha verificado su funcionamiento y el sistema informático. Se han cruzado también los datos de los vehículos censados en Cádiz con la Dirección General de Tráfico, de modo que los residentes puedan acceder al centro urbano sin necesidad de pedir una autorización, justificar su entrada o temer una sanción.
En cuanto a las sanciones, el concejal señala que, antes de comunicar una posible multa, las cámaras realizarán un primer filtro para constatar el modelo del vehículo y la posible autorización. Después será el personal municipal quien valide la multa o no, y entonces se comunicará al afectado. Cuando se acceda a parking, a un centro médico, a un hotel, a un taller mecánico, u otros servicios, estos establecimientos deberán remitir las matrículas al centro municipal que controla las ZBE para constatar que la entrada fue autorizada.

